abril 21, 2014

Hacia una comunidad segura para los niños

Desde el año pasado, los coordinadores del Programa Comunitario se están capacitando para sensibilizar a las familias, profesores, personal de salud y autoridades de sus comunidades en el tema de los Derechos del Niño.
Aprender sobre esta temática, manejar bien los contenidos, saber aplicar las dinámicas y exponer en público no es nada fácil. Pero nuestros coordinadores están poniendo mucho empeño.
Como un primer paso tuvimos la oportunidad de aplicar lo aprendido en un taller que dieron los miembros de nuestro equipo a los coordinadores de Bibliotecas Rurales. Durante la última Asamblea en marzo trabajamos una tarde sobre nuestra propia concepción de derechos y maltratos, denuncias y sensibilidad; nuestro propio punto de vista y el de la justicia oficial.
Agradecemos mucho a los coordinadores de Bibliotecas Rurales por su apertura, sus contribuciones, su comprensión y ternura para este aprendizaje en común.

1 comentario:

Kepa Osoro Iturbe dijo...

Es admirable vuestra preocupación por formar a las familias. Ellas son el abrazo en el que crecen los niños y su papel es fundamental no solo para que ellos crezcan sanos en lo físico y educados en los intelectual sino, sobre todo, equilibrados emocionalmente y felices.

Toda iniciativa que llevéis a cabo para ayudar a los padres y el resto de miembros de la comunidad familiar beneficiará a toda vuestra sociedad porque niños y jóvenes constituyen vuestro más preciado tesoro y en ellos descansará el futuro que entre todos vayáis tejiendo.

La principal enfermedad que puede padecer el ser humano no tiene que ver con médicos ni medicinas, sino con el alma pues es la soledad. Podemos soportar los dolores, las preocupaciones e incluso la miseria, pero solo si nos sentimos acompañados y queridos. ¿Quién mejor que la familia para construir un entorno gozoso, seguro, estimulante y sano para los niños?

Apoyaros en la escuela pues allá habitan los otros seres fundamentales para el crecimiento infantil: los maestros. Aunque parece que son muchas cosas las que no saben, no podéis dejar de admitir y beneficiaros de su gran virtud: su amor incondicional y generoso por niños y jóvenes.