agosto 11, 2016

Sube a nacer…

Sube a nacer conmigo, hermano.
Dame la mano desde la profunda zona
de tu dolor diseminado.
No volverás del fondo de las rocas.
No volverás del tiempo subterráneo.
Mírame desde el fondo de la tierra,
labrador, tejedor, pastor callado:
Yo vengo a hablar
por vuestra boca muerta…

Así clama este poema de Pablo Neruda (“Alturas de Macchu Picchu”, en Canto General), que ahora hemos transcrito en las gradas de nuestra casa, como para ir subiendo y sintiendo mientras leemos.
Así leemos cuando subimos. Y subimos cuando leemos.
Dadme el silencio, el agua, la esperanza.
Dadme la lucha, el hierro, los volcanes.
Apegadme los cuerpos como imanes.
Acudid a mis venas y a mi boca.
Hablad por mis palabras y mi sangre.

Segundo Huamán, comunero voluntario que nos ayuda con la construcción en estos días, ha sido el primer lector de este graderío diciente.
Así también nos adentramos, evocamos y nos acendramos.

Jacinto y el ritual por los difuntos

Jacinto Aguilar Neyra es un veterano con más de treinta años de Coordinador en nuestra Red de Bibliotecas Rurales.
Desde su comunidad, en Carrizal, provincia de Cajabamba, ha permanecido firme a pesar de la persecución política, la falta de fondos, el peso de los libros en las interminables cuestas a pie, y otros desafíos que se han presentado a lo largo de nuestro camino.
Jacinto trabaja sin descanso en el rescate de nuestros saberes ancestrales. Hace unas semanas, visitándolo, lo encontramos dedicado al rescate de los rituales en torno a los difuntitos. No sólo está recuperando la información, sino también la recreación de los dibujos de los animales y las figuras míticas que se encuentran en lo que los mayores de las comunidades cuentan.
Diversas aves están representaas como mensajeras del aleteo de la muerte, así como el dragón, los ángeles y las figuras cristianas de Adán y Eva. La mezcla del simbolismo cristiano y nativo en las representaciones que viene recuperando, refleja las sumas que se encuentran en la tradición de Cajamarca.
Este rescate es ahora especialmente significativo para nuestro querido compañero Jacinto, por el dolor de haber perdido recientemente a su esposa tras una larga enfermedad.
Gracias, hermano, por tus valientes esfuerzos y tu compromiso infalible.

Rincones de lectura

En Cajamarca, desde hace años, construimos nuestra casa y lo hicimos en minga (trabajo voluntario y comunitario): ese es también un motivo de orgullo para nosotros.
Con todos y entre todos fuimos colocando los cimientos y levantando estas paredes: cada rinción sabe de nuestros esfuerzos.
Ya que hace un tiempo hemos hecho pozas –en forma de asientos– en las que juntamos el agua de la lluvia, ahora las estamos acondicionando para que también sean Rincones de Lectura… y ahí vamos, animándolos con acciones poéticas.
Es decir, la casa no ha terminado de construirse.
Es como con cada uno de nosotros: se trata de seguirnos construyendo.

Lazos de Corazón

Hace unas semanas nuestra casa recibió con alegría la visita de un grupo de compañeras de Heart Links, organización canadiense que apoya algunos de los esfuerzos de Bibliotecas Rurales.
Durante esta visita hemos tenido la oportunidad de conversar y conocer los trabajos que realizamos a nivel de organización y de escuchar e informarnos acerca del contexto de nuestros respectivos países, porque solo así comprenderemos el porqué de nuestro caminar comunitario.
Pero Sheila Horrell, Linda Lustins, Susan Price, Mara Horrell y Shannon Theriault, no solo conocieron parte de nuestro quehacer en el campo, sino que también participaron como mingueras (voluntarias en comunidad) en la preparación de libros para nuestras Bibliotecas Rurales, colocando sellos y pegando el papel de recomendaciones. Estas tareas, en realidad, son sencillas y fáciles de realizar, pero cuando se trata de mil o dos mil ejemplares, o incluso más, la tarea se hace un poco pesada; sin embargo, cuando estamos en grupo, entre risas y cafecito, esta y otras actividades resultan hasta divertidas.
Reconocemos los esfuerzos de este grupo de compañeras por compartir y conocer nuestro territorio y cultura.

agosto 10, 2016

En la Semana Magisterial de Celendín

A inicios de julio, nuestro compañero Alfredo Mires fue invitado como ponente a la Jornada de Actualización Pedagógica, en la Semana Magisterial de la provincia de Celendín. La invitación fue hecha por el Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación, Base Celendín, quienes expresaron su reconocimiento por “el importante trabajo y compromiso por la educación de los pueblos de nuestra región que realiza Bibliotecas Rurales de Cajamarca”.
Los temas que Alfredo expuso (en bloques para docentes de inicial, primaria y secundaria) fueron la Promoción de la lectura y el Rescate de los saberes ancestrales. En el camino a estos temas, habló del racismo presente en la estructura social y cómo esto se transmite directamente a través del sistema de educación formal. Cuestionó el hecho de abrir sin criterio nuestras puertas a enfoques ajenos si no tenemos una base sólida en nuestra propia cultura, recordando lo que dijera el Mahatma Gandhi: "Quiero que las culturas de todo el mundo soplen sobre mi casa tan libremente como sea posible. Pero me niego a ser barrido por ninguna de ellas. Me niego a vivir en casa ajena como un intruso, un mendigo o un esclavo".
A través de la tradición oral de los Andes podemos mantener viva la antigua sabiduría de nuestros mayores y, usando el libro como herramienta, podemos mantenerla de forma más segura y difundirla más ampliamente. Los cuentos en particular son vehículos que pueden tramontar siglos sin dejar de llevar sus semillas.
Aproximadamente 1,500 profesores de todos los distritos de la provincia de Celendín asistieron y había un interés de alto nivel para tener la presencia de las Bibliotecas Rurales en las comunidades rurales y sus escuelas.
Alfredo cerró siempre sus ponencias con aquella frase que resume nuestro quehacer: "Nuestra gloria viene siendo haberle dado la mano al nieto sin soltar la del abuelo”.

“El cazador de historias”

Hace ya algunas semanas arribó “El cazador de historias”, la andadura póstuma de nuestro hermano y compañero Eduardo Galeano.
Helena Villagra, compañera de Eduardo hasta el último aliento, nos lo hizo llegar.
“Uno escribe sin saber muy bien por qué o para qué, pero se supone que tiene que ver con las cosas en las que más profundamente cree, con los temas que lo desvelan.
Intenté, y sigo intentando, descubrir a las mujeres y a los hombres animados por la voluntad de justicia y la voluntad de belleza, más allá de las fronteras del tiempo y de los mapas, porque ellos son mis compatriotas y mis contemporáneos, hayan nacido donde hayan nacido y hayan vivido cuando hayan vivido”.
Así dice Eduardo, cuyo ánimo sigue cazando, escribiendo y andando.
Gracias, Helena.

El reto de Abel

Abel Vásquez es miembro del Programa Comunitario y Coordinador de Bibliotecas Rurales en las zonas de Sócota y San Luis de Lucma, en la provincia de Cutervo.
Aquí nos cuenta de sus andares:
Para mí la lectura es el encuentro con los libros, pero además también el encuentro con el medio, con la realidad misma.
Leer los libros puede ser un poco más fácil, pero leer la naturaleza, leer la realidad, es un poco más difícil porque significa encontrarse con ella.
Por eso también la presencia de Bibliotecas Rurales es una contribución muy grande para nuestra vida, tanto en lo personal como en lo profesional. Porque de las Bibliotecas Rurales aprendemos no solo por la cantidad de libros a los que tenemos acceso, sino por las experiencias contadas por los propios lectores, por las experiencias contadas por los propios coordinadores antiguos.
Y también aprendemos de quienes caminan y escriben los textos que hablan como nosotros. Ahí hay que agradecer mucho al compañero Alfredo Mires, quien tiene un trabajo tan avanzado con nuestras comunidades: y eso me ha ayudado mucho, muchísimo.
El mayor desafío que nos queda, pienso yo, es cómo sobrevivir en medio del bombardeo de los otros sistemas de comunicación, como son la televisión y los celulares, por ejemplo.
Ya el desafío está: en medio de eso todavía podemos hacer que la gente lea. Y para ello tenemos que ingeniarnos algunas estrategias de cómo hacer leer y crecer, porque ya la gente muy poco lee.
Esto nos invita a que tengamos mayor capacidad para conseguir las formas de animar a leer. Ese es el reto.

agosto 05, 2016

Extrañamos a “Ñaupa”

No faltan gatos que cruzan por nuestros techos, transitando por el barrio.
Pero uno llegó a quedarse: bajó vaya uno a saber cómo y lo encontramos ya instalado, como Pedro por su casa.
Tierno aún, amoroso y confianzudo, llegó para integrarse: ningún dueño vino a reclamarlo, así que a los pocos días fue bautizado con el nombre de “Ñaupa”.
No tardó en engordar y se pasaba el día desansando, de oficina en oficina, de habitación en habitación, participando en las reuniones, puntual a la hora del cafecito o las comidas en comunidad.
Pero también leía (o eso nos hizo creer): viviendo entre libros, suponemos, no tenía alternativa.
Hace unos días salió a dar su vuelta y no ha regresado.
Estamos preocupados por él. Es miembro del equipo.
Si lo ven, por favor, díganle que estamos extrañándolo.