septiembre 19, 2017

En las comunidades de Sócota

A inicios de setiembre nuestra compañera Rita Mocker viajó a Sócota, en la provincia de Cutervo, para visitar a los Coordinadores del Programa Comunitario en la zona, acompañada por Ilse y Hannah, visitante y voluntaria en la Red. El verde de los montes y el canto del río nos daban la bienvenida a este grato pueblo.
En la casa de don Abel hicimos una reunión con los padres y niños a su cargo. Las madres habían hecho un gran esfuerzo para venir y estaban animadas y de buen humor. Rita conversaba con cada mamá e hijo para ver cómo les iba y si se tendría que empezar alguna otra terapia o apoyarles de alguna otra manera. La coordinadora Nadia vino también y asistió en la reunión: quedamos muy impresionadas con el esfuerzo que los coordinadores y las famílias de los niños estan haciendo. Y lamentamos mucho el deceso de uno de los niños: pensamos mucho en su madre y toda su familia.
El día siguiente salimos temprano al pueblo de San Luis de Lucuma, y con don Abel visitamos a unos niños en el caserío de Chilac. En la tarde nos reunímos en San Luis de Lucma con la coordinadora Luz Nelva y los niños que atiende. Rita habló con cada niño y su mamá o papá, y les mostró algunos ejercicios y masajes de los pies y de la cara.
El último día de nuestra estancia visitamos a la coordinadora Ángela en el pueblo de Huarrago. Llegando, dona Ángela nos presentó al profesor y al salón de su hija Aldana, y la niña Fiorela que también está en el Programa Comunitario. Las dos niñas, atendiendo clases todos los días, estaban atentas a la instrucción del profesor, y se habían hecho buenas amigas con sus compañeros, gracias al esfuerzo de doña Ángela y del profesor. Durante la reunion en la casa de doña Angela nos encontramos con todos los niños a su cargo, además de sus papás y mamás.
Para el almuerzo cocinaron los adultos, mientras con los niños picamos frutas para hacer una ensalada. De postre, la señora Ilse preparó una mazamorra de quinua con ensalada de fruta ¡que nos gustó a todos! Para teminar la reunión, Ilse dio una pequeña presentación sobre la nutricion, explicando qué podemos comer para alimentarnos bién. La quinua, un grano ancestral y nativo de la sierra andina, tiene un valor nutritivo que no se puede comparar con ningún otro grano. Además de ser bueno para comer, es facil de sembrar, así que cada uno debería dejar un poquito de espacio en su chacra para sembrar su quinuita. ¡Agradecemos de todo corazon a quienes apoyan voluntariamente al Programa Comunitario y por acompañarnos en nuestro quehacer!
Al regresar a Cajamarca el jueves, nos despedimos de los coordinadores, de los niños y sus familias, y del bonito valle de Sócota, con el corazón recargado de buen ánimo.

Un nuevo encuentro

El primer fin de semana de setiembre se llevó a cabo el último encuentro de capacitación del Programa Comunitario de este año. Lastimosamente, por distintos motivos, no todos los coordinadores podían participar en este evento. Sabemos que ellos son los primeros en lamentar su ausencia, ya que nuestras reuniones no sólo son para aprender y compartir, sino sobre todo encontrarnos en familia.
Después de este fin de semana compartido recibimos un grato y muy amable correo de nuestra compañera colombiana Nathalia Quintero quien participó activamente durante esta reunión. Aquí les hacemos partícipes de sus palabras.
Quiero felicitarles por el Encuentro, la agenda propuesta fue excelente y su desarrollo ordenado, ilustrativo y esencial para los asistentes. Infinitas gracias por todas sus enseñanzas, su inmensa sabiduría, generosidad y claridad para ilustrar temas esenciales para los coordinadores 'sanadores' del programa, incluso son temas muy importantes para cualquier persona, ¡cuánto aprendí escuchándote!
Con toda mi admiración y cariño.
Abrazos fuertes!
Gracias, Nathalia, por alentar y acompañar nuestro camino.

Pascual

El camino desde Cajamarca hasta Chuco, en la provincia de San Marcos, nos tomó unas tres horas; así llegamos con Alfredo a la casa de doña Juana y Pascual Sánchez. El trayecto estuvo lleno de entusiasmo y tonadas con sabor a verde, montañas, sembrados, siemprevivas y quindecitos.
Cuando llegamos, luego de saludar a doña Juana, fuimos a buscar a la chacra a Pascualito. A lo lejos vimos su delgada silueta y su sombrero sanmarquino: recogía el trigo en compañía de su hijo Manuel, coordinador y bibliotecario.
Sus pasos lentos pero firmes, su cabeza que bajaba para mirar su recorrido y luego se levantaba para dirigir sus ojos hacia nosotros, con esa generosa sonrisa de bienvenida.
Fue grandioso volver a ver al bondadoso y sabio Pascual. En esos momentos no es fácil contener la emoción, sellada con el saludo genuino y cariñoso de Pascual. Conmueve ver a dos grandes abrazarse con imperecedero afecto, ver juntos a los dos veteranos de este movimiento de libros, comuneros, círculos de lectura y familias. Da ganas de seguir leyendo, da ganas de ser chacarero, da ganas de ser bibliotecario y recorrer una y otra vez los campos de Cajamarca.
Fuimos a la casa y la magia continuó. Pascual nos contó cómo había sido su vínculo con los libros, con la lectura, con el conocimiento. Su padre iba con cierta regularidad a la botica, no a comprar medicinas, sino para adquirir libros que allí se vendían, libros para llevar a la casa. De allí que él y sus hermanos tenías provisiones para el alma. Nos contó que entre sus lecturas se encuentran libros como ‘Los pilares de la tierra’, la Biblia, Historia de Roma Antigua y ‘La historia de Carlomagno’, entre otros.
Con gran solvencia histórica, Pascualito nos relató los nombres e historias de varios reyes lombardos y carolingios de la época medieval europea. También nos explicó el proceso de la siembra del trigo, la papa, la lenteja, las habas, alfalfa y otros muchos sembrados que la tierrita nos ofrece; reiteró que no vende lo que brota de ella, pues son regalos que están para ser servidos en la alimentación de la familia, compartir con sus vecinos y su comunidad.
Luego, un rico almuerzo amenizado por el ritmo sonoro de la voz de Pascual: relatos de vida, experiencias, reflexiones hondas y actuales y mucha, mucha sabiduría.
¡Gracias Pascual, gracias Alfredo, gracias a los comuneros de la Red por ser, existir y persistir!

Hannah bienvenida

Desde fines de agosto nos acompaña Hannah Parschat en el equipo central de la Red de Bibliotecas Rurales.
Hannah es multicultural: de padres alemanes, ha nacido en Holanda; a los pocos meses se mudó con su familia a Noruega donde creció en una pequeña isla, cerca de la tierra y la comunidad. Ahora está estudiando en Canadá y hace su voluntariado con nosotros aquí en Perú.
El voluntariado de Hannah es, también, parte de sus estudios de Lingüística y Antropología. Y Hannah se hace presente, siempre, con actitud positiva, sencillez, criticidad y franqueza.
“Conocer la Red de Bibliotecas Rurales ha sido una experiencia más allá de lo que jamas hubiera podido imaginarme –dice Hannah–. Lo poco que conozco hasta ahora me ha entrado directamente al corazon, y ni el olvido del tiempo me lo podrá sacar de la memoria. En especial Alfredo, Rita, Rumi, Mara, Nathalia, Karina, Lola y el resto del equipo central, además de los coordinadores y miembros de la Red que he tenido la suerte de conocer, me han recibido con tanta amistad y cariño, con un altruismo único que no se puede explicar con el conocimiento de las ciencias.
¿Qué es lo más asombroso sobre la Red, hasta ahora? Para mí, definitivamente, es el esfuerzo voluntario y comunitario que hacen ustedes. Además del trabajo duro de las chacras y los otros trabajos, se estan dedicando a cultivar esta tierra que es la Red, poniendo como semillas su sabiduría y su historia, sembrando así su cultura para sostener a los que vienen. Quedo sin palabras por su convicción, sus esfuerzos, sus objetivos y visiones, y por las increíbles personas que he conocido hasta ahora.
Cuando llegué a Cajamarca sentí los besos de su sol, las caricias de su aire, la frescura de su agua, y la fuerza de su tierra. Es algo muy especial, y les agradezco de todo corazón por el esfuerzo que ustedes hacen en la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca para proteger su cultura y nuestra tierra.
Muchisimas gracias por haberme recibido e incluido en su comunidad”.
¡Bienvenida Hannah!

Enseñanza en la naturaleza

Hace unos días, durante una breve excursión al apu Qayaqpuma (cuyos misterios y secretos lleva estudiando nuestro compañero Alfredo Mires desde hace más de 25 años), nos encontramos con un nutrido grupo de niños que visitaban la montaña acompañados de sus profesoras.
Conversando con ellos, nos dijo una de las docentes: "Yo suelo organizar estos paseos con mis niños cada año, pues es muy triste que casi nunca se les enseña a valorar lo que es nuestro".
En efecto, parece ser que el precio de la modernidad se costea con la conciencia de los más pequeños.
Felicitamos de todo corazón a todos los que, pese a las trabas que presenta la sociedad actual, hacen –como estas profesoras– un cariñoso y ferviente intento por rescatar los valores tradicionales y propios de la cultura cajamarquina.
Sucesos como este nos recuerdan aquello de "Como no sabíamos que era imposible, lo hicimos".
Rumi Mires

Visita de la Biblioteca Nacional

El pasado 23 de agosto recibimos la visita del director de la Biblioteca Nacional, el señor Alejandro Neyra Sánchez.
Nuestro asesor ejecutivo, Alfredo Mires Ortiz, le mostró las instalaciones de la sede central y explicó la concepción y los propósitos de nuestra Red de Bibliotecas Rurales.
Expresamos nuestro saludo a quienes se acercan a nuestra organización para conocer o reconocer el tejido comunitario y criador que por 46 años -de manera autónoma y soberana, coherente y consecuente- venimos realizando gracias al trabajo voluntario y comprometido de los comuneros-bibliotecarios con los libros, la lectura, la defensa de la tierra y la cultura andina.