octubre 22, 2017

Andares en Santa Cruz II

(Apuntes de Alfredo Mires Ortiz; visita a la zona de Santa Cruz. Setiembre 2017)
En la comunidad de Poroporo la asamblea decidió que el director de la escuela se hiciera cargo de la biblioteca, en turnos con los otros docentes.
No habíamos terminado de firmar el acuerdo cuando ya los comuneros empezaron a solicitar los libros.
De alguna forma, en la educación de América Latina conviven dos escuelas: la que el sistema impone, rige, controla, acosa, disciplina y obliga, y la que el alma indómita de los pueblos resiste, cabrea, digiere, desafía, contrasta, impugna, rebate, encara, preña y aprovecha.
Los indios nunca hemos sido vencidos: nos machacaron las formas y los verbos, incendiaron la vivienda y el bosque, amputaron las manos y acuchillaron los rostros, alancearon el corazón y encadenaron las piernas, pero la fécula se mantuvo, el espermatozoo esquivó la guadaña, la tierra atesoró sus óvulos, el adn se agazapó en la finta, la semilla esperó la lluvia, el surco acaudaló la rebeldía.

octubre 21, 2017

Andares en Santa Cruz I

(Apuntes de Alfredo Mires Ortiz; visita a la zona de Santa Cruz. Setiembre 2017)

Hacía ya un buen tiempo que veníamos comunicándonos con el profesor Luis Calderón, docente de Poroporo y Catache, en la provincia de Santa Cruz.
Sea por la distancia o el tiempo –dado que somos tan pocos en el Equipo Central de la Red–, nunca nos habíamos reunido con comuneros en esta zona… hasta este setiembre.
La noche de la reunión en la comunidad de Poroporo debía haber unas ochenta personas. Todos habían vuelto de sus trabajos en el campo, recogiéndose para descansar; todos andaban curiosos tratando de saber qué era aquello de las bibliotecas rurales.
Nosotros no vamos donde no nos invitan. Eso de llegar “como institución” a comenzar un proyecto tiene un regusto invasivo, como si “los conscientes” supieran de antemano qué es lo que los “rezagados campesinos” necesitan.
Así que ahí anduvimos, conversando, contándoles lo que hacíamos, y dejando abierta la posibilidad que formaran su propia biblioteca: la decisión, al fin y al cabo, ha de ser comunera y soberana.
Mucha duda flotaba: la historia de nuestros pueblos es un cúmulo de ausencias y de promesas mentidas. El libro siempre fue un fulano ajeno y, cuando estuvo, un vecino indebido, irresoluto.
Así que empecé a leer uno de los libros nuestros, estos que intentan ser una extensión de nuestros viejos reunidos; estos libros que han nacido de nuestra propia semilla y de nuestro propio sembrío.
Ahora los ojos eran otros:
Yo necesito esos libros para mis hijos –me dijo una comunera de pronto–. Venga a mi comunidad: ahí no somos tímidos, ahí ya estamos decididos.
Esa noche formamos la primera biblioteca rural en la provincia de Santa Cruz.
¿Cómo es que no hemos estado ahí en 46 años de existencia? Esa ya no es la pregunta: estos andares siempre son nuevos.

octubre 20, 2017

Yossi leyendo

Mi nombre es Yossy Katherine Carranza Guevara, tengo dieciséis años y soy de San Luis de Lucma, en la provincia de Cutervo.
La lectura para mí es una magia: cuando leo o tomo un libro me sumerjo en sus palabras. Hay palabras que me hacen reír, o me hacen llorar. La lectura es mi vida porque me encanta leer: es increíble meterme en esos cuentos y alucinar que soy la autora.
Bibliotecas Rurales me ayudó muchísimo porque uno de los principales inspiradores fue el Coordinador de mi zona, trayendo sus libros. Con mis compañeros leíamos y fue ahí donde descubrí que la lectura me encantaba, me apasionaba. Es por eso que la lectura es ahora mi pasión.
Me da pena que mucha gente no le tome tanta importancia a la lectura; más prefieren ir a internet y todo eso, cuando podrían por ejemplo leer obras. Pero ya no las leen sino compran películas y las miran en la televisión.
Ahí tenemos un gran desafío.

En el Congreso de Geografía

Nuestra compañera Nathalia Quintero –voluntaria de la Red–, viajó a Tacna para participar en el Congreso de Geografía con la ponencia titulada: Libros y geografías rurales: el caso de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca-Perú.
Allí expuso algunas reflexiones sobre la geografía cultural de los libros y la geografía andina cajamarquina; contó a los asistentes quiénes son los lectores, escritores y hablantes de la Red de Bibliotecas Rurales: dónde, cómo y qué leen, escriben y conversan.
En su presentación resaltó que: “los campesinos, comuneros de Cajamarca miembros de la Red de Bibliotecas, están hondamente vinculados con la vida y la felicidad. Ellos hacen parte de una visión sagrada de la naturaleza, unidos a la fuerza enunciadora y criadora de la solidaridad y el encuentro; al ritmo acompasado y complementario de la tierrita: de su chacra y sus cultivos, que son alimento, son agua, son sustancia viva de la tierra a la que quieren, cuidan y protegen”.
Nathalia resaltó que en la Red no dejamos de examinar el sentido de la tarea, los impactos de las acciones, las razones que nos fundaron y nos hacen presentes aún hoy; nos preguntamos por el tipo de sociedad que soñamos y merecemos, por el mundo que queremos para nuestros hijos, por la reverencia y sacralidad que le debemos a la tierra, al agua, a los Apus, a los difuntos, a los alimentos, al sustento de una vida que sea digna de ser vivida. Y dejó en claro –como solemos hacerlo de manera coherente y consecuente– la innegociable posición en defensa de la naturaleza.
La Red llega también a universos académicos donde mueve y conmueve, inspira y, como dijo la profesora Miroslawa Czerny, llena de optimismo pues hace sentir que ¡sí es posible!

octubre 18, 2017

Lanzamiento del Inventario turístico de Cajabamba

A fines del mes de setiembre tuvo lugar la presentación del libro ‘Inventario turístico de la provincia de Cajabamba’, durante la tradicional noche cultural realizada en el marco de las Fiestas de esta provincia cajamarquina.
En la presentación que nuestro compañero Alfredo hiciera, resaltó la utilidad que tienen libros como estos, ya que ofrecen información relevante del propio territorio, de aquello que queremos y que nos hace sentir orgullosos. Cajabamba, dijo Alfredo, “tiene incontables fortunas, y este libro es un espejo en el que podemos redescubrirlas mientras nos miramos. Es decir, en estas páginas nos vemos reflejados a la vez que se refleja la tierra y la belleza con la que hemos sido hechos”. Destacó el empeño, la persistencia y el amor con que don Miguel Rodríguez Sánchez y Miguel Rodríguez Roncal —autores del libro— han dirigido sus búsquedas y proyectos.
El inventario turístico de Cajabamba se une a la circulación de los libros que hace la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca. Es una muestra de la pasión por los lugares y las geografías, sellos de la vital presencia de la naturaleza, del tiempo y el espacio, de las permanencias y la memoria de los pueblos.
Sea el momento de felicitar a sus autores y exaltar los lazos de una imperecedera amistad, que ha cruzado tiempos, disertaciones, aprendizajes, enseñanzas y la profunda pasión por conocer el entorno que a todos nos habita.

Andares en Contumazá

“El cerro Colladar anuncia lluvias: el apu se ha puesto gorro”, indicó Alfredo. Son las señales que la naturaleza plena —por los caminos hacia Contumazá— nos mostraba. Podríamos decir que esta provincia además de ser “Tierra de intelectuales y buen trigo”, como anuncia un enorme cartel a la entrada del pueblo, es tierra de bibliotecarios y comuneros, pues, el movimiento de libros, lecturas y conversas animan diariamente a las familias contumacinas. Y los encuentros tuvieron corazón y sentimiento.
Con la familia de Ramiro Yglesias, coordinador de la zona, doña Isabel, su hijo Javier y la grata compañía de Roque Florián, veterano coordinador del sector La Cocha, aprendimos el significado de la palabra Comunidad, cómo funciona esta manera de tenencia de la tierra, las dificultades y las estrategias de organización.
Con Andrés Léon, otro de los bibliotecarios veteranos de la Red, tuvimos una entrevista para rememorar los inicios, sus recuerdos del padre Juan Medcalf y de Alfredo Mires (“Cuando él estaba chibolito”, nos dijo).
Con Marcos Florián, bibliotecario de Taya El Colal, también tuvimos un memorable encuentro. Él, con entusiasmo mostraba, su cuaderno de rescate pleno de letras, recuerdos, sabiduría y sencillez; las palabras, los dibujos, el conocimiento campesino puesto a disposición para ser publicado, para compartir y avivar las voces nuestras.
Contumazá es realmente una provincia de comuneros inmensos; ellos, con los libros, las lecturas y las escrituras de sus propias tradiciones, han hecho de la Red de Bibliotecas Rurales una experiencia ejemplar para toda esta familia.

Entrevista

El pasado 18 de setiembre se emitió el primer programa de Radiolibros, en Radio Nacional del Perú. Para esta ocación entrevistaron a nuestro compañero Alfredo Mires Ortiz en torno a la experiencia y quehacer de nuestra Red.
Aquí el enlace de la entrevista (que empieza como a la mitad del programa):

En Catache

A fines de septiembre anduvimos en Catache, provincia de Santa Cruz. Ahí nos encontramos con docentes, estudiantes, autoridades y padres de familia interesados en conocer sobre nuestras Biblioetcas Rurales.
Los participantes del encuentro –en la Institución educativa San Agustín de Catache–, miraron, escucharon y hablaron: Fueron artífices de un momento en el cual las sensibilidades brotaron y las proyecciones florecieron.
Cómo olvidar las palabras de una autoridad comunal, cuando dijo que, en sus 72 años de vida, nunca había oído una propuesta como la nuestra. O las palabras de uno de los profesores jóvenes, al reconocer con gozo el hecho de ser campesino y enorgullecerse con los referentes dignos y firmes de la tradición chacarera. Cómo olvidar la mirada reflexiva y atenta de todos los participantes y las palabras de nuestro compañero Alfredo diciendo que la lectura es un desarrollador de la mente, que leer es un franco apasionamiento y que el libro es una fuente en la que podemos vernos a nosotros mismos…
Los participantes, como en comunión, tejieron con las palabras los posibles encuentros, los posibles vínculos comunitarios y educativos; dejaron presta la madeja de proyectos conjuntos donde los libros, las lecturas, los cuentos, las tradiciones, el mundo andino y un futuro plan de lectura podrán abrir caminos vibrantes y generosos por donde muy seguramente caminaremos juntos.

Naciendo en Santa Cruz

Los recuerdos de los caminos andados a fines de setiembre, las conversas previas, los santuarios de arte rupestre por visitar y la exuberante geografía sagrada y planetaria se unieron a la presencia inmensa y cálida de las gentes de la comunidad de Poroporo, en el distrito de Catache, provincia cajamarquina de Santa Cruz.
En todos estos años, nunca habíamos estado como institución en Santa Cruz: fuimos tras mucho tiempo de coordinaciones telefónicas y epistolares con el Prof. Luis Calderón quien allá fue, además, un grato guía.
Nuestro compañero Alfredo, al ritmo de algunos cuentos recogidos en las comunidades de Cajamarca y publicados por la Red, mostró cómo las voces de los comuneros se extienden de provincia en provincia, de familia en familia, de pálpito a pálpito por el extenso territorio cajamarquino. Alfredo exaltó el tesoro que encierra el ser chacarero, cultivar y leer la tierra, vivir en comunidad; explicó cómo es aquello de trabajar como voluntarios, con libros, lecturas y rescate de las tradiciones de nuestros pueblos campesinos y las maneras de realizarlo.
Muchos ojos y corazones interesados, entusiasmados, mostraban que querían tener los libros en sus manos. Muchas voces contaron cuántas historias tienen para relatar, cuántas reuniones faltan para continuar.
La asamblea comunitaria decidió formar su biblioteca Rural.
Luego de entregar el lote de libros y elegir a su bibliotecario, la comunidad de Poroporo, se integra a este deseo de leer y ser leídos, de escribir y ser escuchados, de encontrarse con letras, conversas y presencias.
Damos la bienvenida al profesor Gabriel Paz, nuevo bibliotecario, y toda la comunidad de Poroporo. Es una alegría inmensa que hagan parte de esta familia de la Red de Bibliotecas Rurales de Cajamarca y que juntos iniciemos este andar, este trayecto, este pálpito comunal.